viernes, 23 de marzo de 2012

Jueza Atala: "Se me negó el derecho a criar a mis hijas por un prejuicio"

A través de una declaración, valoró la condena de la Corte Interamericana de DD.HH.

por Andrés López

Tras analizar el fallo que condenó al Estado chileno por discriminarla por su orientación sexual, la jueza Karen Atala valoró la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El caso partió en 2004, cuando la Corte Suprema confirmó la decisión de un tribunal de quitarle la tuición de sus tres hijas por vivir junto a su pareja de entonces, la historiadora Emma de Ramón, al argumentar que esto contravenía el interés superior de las niñas, al verse afectadas negativamente por su condición.

"Fui y soy madre por opción. Sin embargo, se me negó el derecho a criar a mis propias hijas por un prejuicio y la existencia de un estereotipo negativo sobre las personas de orientaciones sexuales diversas", señaló Atala a través de un comunicado.

La CIDH estimó que la decisión de la Suprema debió tener en cuenta las habilidades parentales de la jueza y no su opción sexual. Agregó que el fallo no se basó en hechos concretos, sino en testimonios, para indicar que las niñas se veían afectadas por la falta de una figura paterna y que la convivencia entre su madre y su pareja podría provocarles confusión respecto de su sexualidad. Sin embargo, el martes, la Suprema insistió en que no discriminó a la jueza y que sólo resguardó el bienestar de las menores.

"Recibo tranquila este fallo que viene a restablecer el imperio de la justicia para mí y mi familia, revirtiendo la jurisprudencia que por años me privó de la tuición de mis hijas. Tengo una profunda esperanza de que con esta condena se dignifique a todas aquellas madres y padres que han visto restringidos sus derechos por su orientación sexual", dijo Atala. Agregó que "ha quedado claro que las familias son diversas en su composición e iguales en dignidad. Vivir de acuerdo a la identidad sexual de cada persona no será, como nunca debió ser, un impedimento para ejercer una maternidad y paternidad afectuosa, responsable, acogedora y cariñosa".

Medidas

En el fallo de la CIDH se establece que Chile debe hacer un acto de desagravio para la jueza y pagar una indemnización por daño moral y costos de tratamiento a Atala y a sus tres hijas por US$ 60 mil dólares. El martes, el ministro de Justicia, Teodoro Ribera, dijo que se implementarán las medidas e indicó que el fallo no cuestiona la legislación chilena, sino que se refería sólo al fallo de la Corte Suprema.

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